viernes, abril 27, 2007

Nueva Silla

¿Recuerdan al hijo de puta acomplejado subido en un tabique de poder? Pues lo mandé al carajo, y a pesar de su reinspirada confianza en mi y en mis aptitudes profesionales, y a pesar de los halagos y las fingidas atenciones, a pesar de el ofrecimiento de su "amistad" y su "comprensión"; hoy estoy sentado en una nueva silla.

Me siento como Homero Simpson cuando manda a la mierda la planta nuclear para irse a trabajar al Boliche.

Yo sé, ahora que estoy aqui sentado, que pude pedir lo que me viniera en gana, y no por andar lamiendo pitos o metiendo pies a los demás. Me dieron lo que quise porque mi trabajo demostró qué tan capaz soy, y espero no pecar de presunción cuando todos los que han trabajado conmigo (incluyendo el hijo de puta acomplejado subido en un tabique de poder) me definen a grandes rasgos en una sola palabra: chingón.

"Germán es un chingón", "le dije que eras un chingón", "me dijo en pocas palabras que eras un chingón", "pinche Gur eres un chingón".

Ese tipo de referencias son las que deberian poder constar en un currículum; quizás lo ponga en vez de ese "Francés 20%" que a nadie le importa y que a mi sólo me sirve para poder entender más de dos frases del Le Monde diplomatique.

Mi nueva silla es un nuevo escenario para convencer a más gente de esa idea loca que se ha generado acerca de mi, mi nueva silla es pequeñita pero en una de esas tiene patas de resorte, es pequeñita pero como que le veo cara de pupitre, es pequeñita pero no tiene grilletes.

La silla de hoy quizás no tiene el brillo ni el tamaño de la anterior, ni siquiera tiene rueditas ni respaldo ergonómico. Pero hay algo muy importante en esta nueva silla, me permitirá crecer, me permitirá visitarme todos los días, me permitirá levantar poco a poco un sueño. Y lo mejor de todo, estoy sentado justamente en la silla que pedi.

Mi nueva silla me sienta bien.