Cada que llueve y el cielo se pone blanco me acuerdo de una linda conejita amarilla a la que quiero mucho, ella vive detrás de esos montes escarlatas, pero siempre está conmigo, y vemos las estrellas rosas incrustadas en el cielo café del medio día, y le doy abrazos color lila y me regresa mil besos de color... ¿de qué color eran sus besos?...
Es verdad,
todo en realidad es negro.
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