Moskita es la deidad suprema, el número uno, el padre de los dioses, deidad de la muerte y por alguna extraña razón, también deidad de las letras y los versos. Es un extraño monstruo insectoide, de enormes ojos penetrantes y mortales incisivos. Viste un overol de mezclilla y su piel naranja es en ocasiones fluorescente.
Lo primero que podemos decir sobre la personalidad de este horripilante engendro es que se trata de un ser malévolo, un ser que carece por completo del super-yo. La bondad en él no existe, la moral es un mal chiste, y el respeto por la vida a su parecer, no le compete.
Es narcisista, megalómano, egocéntrico, manipulador, mentiroso, degenderado, mordaz, rencoroso, vicioso, celoso, violento, impulsivo, truculento y vengativo. No tolera el fracaso ni que dejen servilletas hechas bolita cerca de él o de sus cosas.
Es incapaz de sentir culpa o arrepentimiento, incapaz de amar o de sentir angustia o miedo. Es un tipo racional, educado, elocuente, dotado de una excelente memoria, un coeficiente intelectual inverosímil, un carisma cautivador y desprovisto de cualquier tipo de piedad.
Moskita es un cuadrito concentrado de toda la maldad que existe en el mundo. Quizás lo único bueno que existe dentro de él, son sus tendencias suicidas.
Le fascinan las mujeres rubias y es amante de los gatos. Sus pasatiempos favoritos son ver moscas volar, los toros, chatear, coleccionar estampillas y carritos hot wheels, desmembrar cadáveres en la bañera, el malabarismo y los deportes extremos.
Le gustan las pizzas, la lasagna al pesto, la carne humana (ya sea cruda, podrida o al horno), el salpicón y las papas en casi todas sus presentaciones. Disfruta de manejar a toda velocidad totalmente ebrio y de bañarse en tina.
De todos mis demonios, Moskita es el único que me da miedo (un chingo de miedo).
Lo primero que podemos decir sobre la personalidad de este horripilante engendro es que se trata de un ser malévolo, un ser que carece por completo del super-yo. La bondad en él no existe, la moral es un mal chiste, y el respeto por la vida a su parecer, no le compete.
Es narcisista, megalómano, egocéntrico, manipulador, mentiroso, degenderado, mordaz, rencoroso, vicioso, celoso, violento, impulsivo, truculento y vengativo. No tolera el fracaso ni que dejen servilletas hechas bolita cerca de él o de sus cosas.
Es incapaz de sentir culpa o arrepentimiento, incapaz de amar o de sentir angustia o miedo. Es un tipo racional, educado, elocuente, dotado de una excelente memoria, un coeficiente intelectual inverosímil, un carisma cautivador y desprovisto de cualquier tipo de piedad.
Moskita es un cuadrito concentrado de toda la maldad que existe en el mundo. Quizás lo único bueno que existe dentro de él, son sus tendencias suicidas.
Le fascinan las mujeres rubias y es amante de los gatos. Sus pasatiempos favoritos son ver moscas volar, los toros, chatear, coleccionar estampillas y carritos hot wheels, desmembrar cadáveres en la bañera, el malabarismo y los deportes extremos.
Le gustan las pizzas, la lasagna al pesto, la carne humana (ya sea cruda, podrida o al horno), el salpicón y las papas en casi todas sus presentaciones. Disfruta de manejar a toda velocidad totalmente ebrio y de bañarse en tina.
De todos mis demonios, Moskita es el único que me da miedo (un chingo de miedo).
1 comentario:
Ni como dormir, después de tan espantosa visión, amo y señor de mis más terrorificas pesadillas, que Del Toro ni que Hitchcock, Moskita, uh!!!, otra vez, otra vez, MOSKITA, uuuuhhhhhhh!!!!!
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