Un cuarto propio

El infierno fosforescente de Kubak

Pues como se podrá dar cuenta la selecta audiencia de ésta pinche página, he tenido poca actividad en los últimos días, aunque no por falta de ganas, sino por mi incursión en otros proyectos.

Como ya había comentado anteriormente (vease "Abrán, el pequeño ser hostil"), el reconocido director Alexander Kubak Klich y su servidor planeaban afanosamente la realización de un nuevo cortometraje que se sumara a la interminable lista de producciones que tenemos en nuestro historial.

Debido a causas de fuerza mayor, la producción tuvo que adelantarse, pues el pinche corto dbe de estar para hoy en la noche. Eso por supuesto acarreó diversos problemas, y mis dedos desfallecerían si intentase contar la cantidad de pendejadas que ocurrieron.

Así que, aquí tengo el top 10 de

Las pendejadas que pueden ocurrir en la producción de un infierno fosforescente

Viernes 16

1.- Cómo se usa ésta pinche cámara: sucitada en la primera locación, sótano del edificio de Infantiles Campanita, "La entrada al infierno", el desconocimiento del equipo atrajo un retraso importante para llevar a cabo la primer toma del cortometraje.

Polainas me habla para decirme que no chingue, que su hermano ya se quiere ir, yo llegué hecho la madre para quedarme a cargo del edificio, poco después llegó dicho sujeto amable. Las paletas de temporada mundialera están muy sabrosas. Le debo a Polainas una página de internet.

Sábado 17

2.- Cambio de director: sucitada en la recepción del Hotel Rex, la iluminación por fin había quedado lista, Aldebas (otro reconocido personaje del medio) y yo nos aburríamos mientras Kubak intentaba compenetrarse de nuevo en su personaje. De repente, un desconocido (para mí) levanta la mano y enuncia "puedo dar mi opinión".

Aldebas y yo pensamos al unísono "mamador", decidimos ir a la casa del pay, pero estaba cerrado, así que compramos 500 gr de papas fritas, encontramos a Pixel y familia, comentamos la situación. A nuestro regreso el opinador había tomado el puesto de director, se hacía llamar Danny Boy (que no Danny Boyle). Se chupa, pero sí la mueve de director.

3.- Cierre de puerta: sucede en Los baños Tívoli (nótese el nivel "descendente" de nuestras locaciones), el reconocido productor rumano Bogdan Honciu nos hizo el favor de honrarnos con su presencia y la de su señora esposa Liz. Así mismo, puso a disposición de nosotros a una alumna de su clase de cine.

Todo iba chido con ella (no hacía ni madres) hasta que tuvo la brillante idea de cerrar la puerta donde se encontraba gran parte del equipo (luces, pilas de cámara, cables, monitor, ¡el ipod del director! y otras madres). Cerrajero a las putas dos de la mañana, cobró más que un chingado cirujano.

4.- Embriague de niña loca: seguimos en Los baños Tívoli, había dos niñas en la producción, Claudia y Montse, muy monas las dos y ambas con cierta... hacia... bueno, mejor de eso no hablo, pero sabemos que Kubak es guapo y eso.

El chiste es que alguien tuvo la brillante idea de comprar un pomo de Absolut, y una de las niñas tuvo la brillante idea de empinarse como la mitad del mismo. Tip para futuras producciones: las niñas ebrias no deben estar en el set.

5.- Trasnochismo empendejador: la iluminación de las primeras tomas y sus efectos de luces habían quedado muy bonitos. Pero las tomas importantes, las de "continuida´" no se habían filmado aun, y ya eran las putas cinco y media de la mañana.

Nuestro director dio las nalgas (imagínense dar las nalgas en los baños Tívoli) y sólo quedamos Ramírez el grandioso, Rubio el super postproductor, Kubak el apuesto, Gur gritando: ¡MÉXICOOOO!, Abraham que es pequeño pero no es hostil, la niña sobria y la niña peda. Con la mitad del cerebro apagado y la otra mitad funcionando con poca eficiencia, logramos (al menos eso creemos) grabar las útlimas tomas y largarnos a la mierda a las seis de la mañana.


Domingo 18

6.- Quíntuple cambio de actriz: me despierta la noticia de que no tenemos actriz, Edith estaba indispuesta, soy presa de la confusión; busqué y busqué a Kubak hasta que lo encuentro a través de su secretario particular (Abraham). Coméntole no tenemos actriz, pero Paulina la grande nos hace el paro. Kubak dice tener opciones también, yo no quería someter a Paulina a tan severo trato. "Podemos conseguir a la Bubulubuena, la de la tele" dijo Kubak, o si no a alguna también semiprofesional, o si no a Nadia, la de rosita que hizo casting.

La Bubulubuena los mandó a la mierda, pero la otra, Babriela, acepta. Tiene dudas muy divas sobre quién la maquillará. Llega a La casa de antigüedades como cinco treinta, yo esperaba, como todos, a alguien con el mismo nivel estético de la Bubulubuena, pero no fue así, y siendo francos, cualquier changa bajada a platanazos de la teresona me hubiera convencido más. Sobre todo al verla "actuar", decidimos cambiar de actriz.

Inventamos cantidad de pendejadas, y le hablamos a Nadia, la de rosita, ella acepta, "voy para allá". Había que despachar rápido a Babriela, quien cantaba. Al fin se va, al poco rato llega Nadia con todo un séquito de gente (sus padres, preocupados por el tipo de filme en el que pretendíamos involucrar a su retoño). Al fin teníamos actriz, eran las ocho de la noche.

7.- Kubak no se enfurece como debe: A pesar de haber ensayado un rato con Babriela la simia, el buen Kubas no podia ponerle fuerza a su interpretación, pasaron las horas y las horas y la desesperación nos hizo suyos.

La cosa era que mientras la intención era algo así como "¡Me caga el palo que te veas con ese maldito maricón sopla pollas hijo de las mil putas!" Kubak no pasaba del "Me mortifica... que veas... a ese buscón" (algo así como pasar de Felipe Calderón a Emilio Fernando Alonso).

8.- El pinche baño del rex: Saben que soy un hombre valiente, pero si alguna vez he tenido miedo de orinar en algún sitio, fue allí, en el baño de ese hotel, el de la recepción. Primero entras a un cuarto de trevejos que apesta a gasolina, de allí te pasas a otro cuartito que a su vez te lleva de bajada hacia un pequeño pasillo con una puerta en cada lado. Entras a donde dice "Hombres" y bajas a un baño viejo y aún más subterráneo.

Yo pensé que me iban a dar violin, lucía tal y como la trastienda donde violan al pinche negrote de Pulp Fiction. Oriné en chinga, sin descuidarme ni por un momento, salí corriendo con el animal de fuera, y lo fui metiendo en su lugar conforme avanzaba hacia la luz. Salí sin lavarme las manos y le dije "Gracias" al señor de la recepción.

9.- El padre irascible: Pues cómo no, si es la una de la mañana, y una hija tuya se encuentra en un cuarto del Hotel Rex "grabando un corto", dime cómo chingados no te vas a irritar. Faltaba la escena tierna, la escena romanticona, pero el padre de la actriz esperaba furioso a la puerta del mencionado Hotel, Abraham intentó explicarle amablemente la situación, y fue increpado de forma muy hostil por el señor padre de familia. De tal suerte que la escena bonita tuvo que grabarse en apenas 15 minutos.


Lunes 19 no se hizo nada, Kubak está casi muerto.

Martes 20

10.- El final que no se acaba: Todo salióle mal a la producción Kubasiana, pues el llamado que dio no fue escuchado. Llegó a las siete a la Casa de Cultura de Toluca, pero no había nadie allí. Estaba él sólo con Montse, la niña sobria, Nadia, la gran revelación y el Poli. Cualquiera con más imaginación hubiera "aprovechado el tiempo" al encontrarse en tal situación (dos niñas, casa sola, cámara y un poli), pero no Kubak. El crew llegó y comenzaron a arreglar el pedo.

Una vez puesta la iluminación, colocan a Nadia en el suelo para no volver a levantarse en varias horas, pues Kubak nomas no daba pie con bola con su actuación. Nadia se quejaba amargamente, estaba desesperada, harta y en una posición tan chueca que muy probablemente en éste momento se encuentre con un quiropráctico. El Danny llegó a tal grado de psicosis que sugiró de último momento convertir todo el drama en una farsa, para justificar el gracioso tono teatral de nuestro actor.

Al fin medio le salió el parlamento a Kubak, y la actriz salió corriendo al encuentro de sus padres que la esperaban impacientes afuera de casa de cultura. No tuvo tiempo (y muy probablemente tampoco ganas) de despedirse de nadie, y así Nadia desapareció para siempre de nuestras vidas.


En fin, así transcurrieron éstos días, fue en realidad toda una experiencia trabajar con un equipo tan lleno de figuras. Espero que se repita pronto, y espero que podamos evitarnos aquellos desmadres (aunque es lo que más me divierte a final de cuentas).