Voto útil

Ayer presenciamos el último (eso espero) debate de los candidatos presidenciales, incluso hasta hubo un "debate virtual" llevado a cabo por el rey de la comedia, el Dr. Simi, el cuál ni siquiera tiene idea de lo que es un debate (aunque hay que decir, que los demás tampoco lo tienen muy claro).

Con ésto he terminado mi exahustivo (en serio) análisis de cada uno de los candidatos, habiendo estudiado sus propuestas, su personalidad, su proyecto general, su historia pólítica, sus estudios e incluso, como buen comunicólogo, evalué desde diferentes puntos de vista (originalidad, propuesta creativa, diseño, imagen, semántica, semiótica, discurso, producción en general, etc)las campañas de cada partido.

Así pues, llegó el momento de hacerme la pregunta (pues a partir de hoy me valdrá madre la política y me dedicaré a ponerle atención al mundial).

¿Por cuál de éstos seres votaré el 2 de julio?

Y me di cuenta de que lamentablemente ninguno de ellos me parece una opción viable, ni en cuanto a personalidad, ni proyecto de nación, ni propuestas. Las únicas de ellas que me interesan son por supuesto, y como siempre, irrealizables desde el puesto que pretenden ocupar. Tal y como todos esos canidatos a diputados que proponen crear obra pública desde su curul y todos esos candidatos a presidentes municipales que pretenden legislar desde su silla.

No hay ningún candidato que, desde mi perspectiva, tenga la capacidad (o al menos las ideas) para hacer evolucionar al país en éste momento de su historia. No hay ninguno que según yo, pueda garantizar un estado de bienestar, no hay ideas que me atraigan, no veo firmeza ni convicción real en sus propuestas. No veo a nadie con pensamiento radical, no veo a nadie con los tamaños para discutir cosas que nadie quiere ver. No veo que ninguno de ellos pueda lograr cambios de fondo.

Siendo así, y cuando todo mundo habla del voto útil, que he decidido que si mi voto no me traerá ningún tipo de satisfacción, oportunidad o beneficio ulterior al 2 de julio; prefiero entonces obtener una recompensa inmediata por él.

En pocas palabras:

Vendo mi voto

a quien me ofrezca

más LANA

y/o beneficios atractivos

Si alguien sabe de algún mecanismo de compra venta de votos, no duden en contactarme, no me importa si quieren que vote por el Dr. Simi, o incluso por el mismo Montiel. El ejercicio electoral para mí se ha vuelto como hacer tres abdominales cada 6 años: INÚTIL.